miércoles, 6 de mayo de 2015

Los Rasgos Suprasegmentales

Tras caracterizar, tanto articulatoria como acústicamente, los segmentos del lenguaje, corresponde ahora caracterizar los fenómenos fonético-fonológicos que no pueden segmentarse como los fonemas, porque actúan simultáneamente sobre más de un segmento (al menos sobre la sílaba). Estos fenómenos reciben el nombre de suprasegmentos y son tres: el acento, el tono (o la sucesión de ellos, es decir, la entonación) y la duración (o cantidad). El conjunto de estos tres elementos suprasegmentales se denomina prosodia.





Caracterización de los suprasegmentos


La prosodia


Tras caracterizar, tanto articulatoria como acústicamente, los segmentos del lenguaje, corresponde ahora caracterizar los fenómenos fonético-fonológicos que no pueden segmentarse como los fonemas, porque actúan simultáneamente sobre más de un segmento (al menos sobre la sílaba). Estos fenómenos reciben el nombre de suprasegmentos y son tres: el acento, el tono (o la sucesión de ellos, es decir, la entonación) y la duración (o cantidad). El conjunto de estos tres elementos suprasegmentales se denomina prosodia.

1. Introducción: fonemas y prosodemas
La fonología realiza una división entre los fonemas (o fonemas segmentales) y los prosodemas (o suprasegmentos), como el acento, la cantidad y la entonación.
Entre segmentos y suprasegmentos hay una diferencia de clase que resulta a priori evidente: los fonemas son segmentables, uno a uno,1 mientras que los prosodemas afectan o pueden afectar conjuntamente a varios. Sin embargo, en la realización de los suprasegmentos intervienen índices acústicos y articulatorios que también están presenten en la realización de los segmentos:
1.   La vibración de las cuerdas vocales es la fuente de sonoridad de los segmentos sonoros, y también del movimiento del tono fundamental que puede utilizarse en la distinción de las palabras (tono) o de oraciones (entonación).
2.   Todo segmento tiene una dimensión temporal, es decir, una duración. Ésta, además, puede desempeñar, en determinadas lenguas, una función distintiva.
3.   Todo segmento, al realizarse, ha de tener alguna intensidad. Ésta, además, puede desempeñar en algunas lenguas una función distintiva (acento).

Así pues, "los mismos índices articulatorio y acústicos están presentes en los segmentos y en los suprasegmentos: en los primeros, los mencionados índices conforman determinados rasgos que son inherentes a cada fonema, y sólo a él; en los suprasegmentos, el rasgo prosódico afecta, normalmente, a más de una fonema (sílaba, palabra, oración)" (QUILIS: 1993, 386).

Lo anterior muestra las semejanzas entre segmentos y suprasegmentos. Pero entre esos dos elementos hay también una diferencia de grado, que hace que haya que considerarlas como unidades distintas. La diferencia entre dos fonemas no es gradual. Por ejemplo, /p/ se diferencia de /t/ en que una es labial y otra dental. Y o es una o es otra. De igual manera, /p/ se diferencia de /b/ por el rasgo de sonoridad. Y un sonido es sonoro o no lo es.2 Por su parte, el acento, por ejemplo, es gradual: una vocal átona tiene más "fuerza" que una átona, pero no posee ninguna cualidad distinta.
Por último, existe una tercera razón para distinguir los segmentos y los suprasegmentos como pertenecientes a dos clases separadas: la función lingüística.
1.   La función de los fonemas es distintiva: son unidades que en un contexto dado se excluyen mutuamente (/'pipa/ - /'pepa/ - /'papa/ - /'popa/ - /'pupa/).
2.   La función de los suprasegmentos es contrastiva, ya que no pueden alternar en el mismo contexto. En la oposición "amo-amó" lo distintivo es el esquema acentual /'_ _ / frente a /_ '_/, pero no el acento en sí. El suprasegmento necesita la presencia contrastante de su opuesto en la misma secuencia.

2. El acento
El acento es un rasgo suprasegmental que recae sobre una sílaba de la cadena hablada y la destaca o realza frente a otras no acentuadas (o átonas).
2.1. Caracterización fonética del acento
Esta prominencia silábica se ha solido interpretar tradicionalmente como reflejo de intensidad; por eso, se ha solido hablar de "acento de intensidad". La realidad, sin embargo, es más compleja: la prominencia resulta de la conjunción de varios factores articulatorios:
1.   Una mayor fuerza espiratoria, que genera una mayor intensidad.
2.   Una mayor tensión de las cuerdas vocales, que genera una elevación del tono fundamental.
3.   Una mayor prolongación en la articulación de los sonidos, que supone un aumento de la duración silábica.
Así pues, la sílaba tónica, habitualmente, es más intensa, más alta y más larga que las sílabas átonas adyacentes. En español, el índice acústico primario del acento es el tono, aunque los otros dos índices (intensidad y duración) también colaboran en la acentuación, en proporciones variables.

2.2. Tipos de acento
La mayoría de las palabras poseen una sílaba tónica y otra u otras átonas. Sólo algunos monosílabos pueden considerarse palabras átonas. Cuando las palabras son más largas, una sílaba posee elacento principal y otra el acento secundario. Dentro de una frase, el último acento principal se denomina acento de frase.
En cuanto a la posición que la sílaba acentuada ocupa dentro de la frase, algunas lenguas son de acento libre, es decir, no hay manera de prever en qué sílaba recae el acento; otras, por el contrario, son de acento fijo, es decir, la posición del acento es siempre previsible.

§  Un ejemplo del primer tipo es el inglés, donde pueden encontrarse formas como "accent", que significa una cosa u otra según la posicion del acento: significa 'acento' cuando lleva el acento en la primera sílaba y 'acentuar' cuando lo lleva en la segunda.
§  Un ejemplo del segundo tipo lo constituye el francés, donde prácticamente todas las palabras son agudas.
§  Muchas lenguas no corresponden exactamente a ninguno de esos dos tipos; por ejemplo, el español es de acento libre (pueden incluso presentarse oposiciones del tipo "cántara / cantara / cantará"), pero tiene una marcada tendencia hacia la acentuación llana (casi el 80% de sus palabras se acentúan en la penúltima sílaba).

2.3. Funciones del acento
En las distintas lenguas del mundo, el acento puede tener las siguientes funciones lingüísticas:
1.   Contrastiva: distingue sílaba tónicas/átonas en el eje sintagmatico. Ej.: "El libro es de él".
2.   Distintiva: distingue unidades en el eje paradigmático (en lenguas con acento libre). Ej.: "amo"/"amó".
3.   Demarcativa: en lenguas de acento fijo, señala los límites de las unidades en la secuencia. Ej.: el final de una palabra en turco.
4.   Culminativa: en las lenguas de acento libre, señala la presencia de una unidad acentual, sin indicar sus límites.

3. El tono y la entonación
La entonación es uno de los componentes más complejos de una lengua. Se ha definido de muchas maneras, dependiendo básicamente del interés de cada autor: por el tono fundamental, por una conjunción de parámetros acústicos (tono, acento y duración, primordialmente), por su función lingüística, etc.
QUILIS (1993, 410) define la entonación como "la función lingüísticamente significativa, socialmente representativa e individualmente expresiva de la frecuencia fundamental en el nivel de la oración".
La entonación, como todo enunciado lingüístico, presenta una sustancia y una forma. La sustancia es un continuum en el que hay que delimitar las unidades de entonación, de modo que se obtengan elementos discretos para establecer así sus patrones melódicos y la naturaleza de sus elementos.
Entre el nivel de la sustancia y el nivel de la forma, nos encontramos con toda una serie de niveles o grados de abstracción, elegidos arbitrariamente por el investigador según el fin que se proponga.4
Desde el punto de vista articulatorio, el tono depende básicamente de las cuerdas vocales: de su longitud, su grosor su tensión.5 De estos tres factores, el hablante sólo puede modificar el tercero: durante la fonación, tensando más o menos las cuerdas vocales, variamos el tono fundamental de nuestra voz.6
La frecuencia del fundamental depende, básicamente, de las vibraciones de las cuerdas vocales; pero, además, hay una serie de factores fonéticos que la condicionan:
1.   Existe una relación entre la cualidad o el timbre de la vocal y la altura relativa de su frecuencia fundamental, de modo que las vocales más altas /[i], [e]) tienen un tono fundamental más elevado.7
2.   Las frecuencias fundamentales más altas aparecen después de las consonantes sordas, y las más bajas, tras las consonantes sonoras.
3.   Además del tono fundamental, la duración y la intensidad también intervienen en la producción y la percepción de la entonación.8
Según la utilización lingüística del tono, las lenguas se dividen en tonales y entonativas:
1.   Las lenguas tonales utilizan los tonos para distinguir significados. Cumple, pues, una función distintiva en el léxico. Por ejemplo, el chino, el tailandés.
2.   Las lenguas entonativas utilizan la sucesión de tonos, es decir, la curva melódica de la entonación, no ya para distinguir significados léxicos, sino para modificar significaciones secundarias (expresividad, intencionalidad, etc.).9 Cumple, pues, una función expresiva en la frase. A este tipo de lenguas pertenecen todas la románicas.

4. La cantidad o duración
La duración es también un fenómeno segmental, puesto que cada sonido posee una duración propia. Así por ejemplo, es sabido que la fricativas son más largas que las oclusivas, que las sordas son las más largas que las sonoras, etc.
Algunas lenguas poseen pares de fonemas en función de la duración. Por ejemplo, el italiano distingue entre ciertas consonantes breves y largas o "dobles". El latín clásico distinguía entre vocales breves y largas.
Articulatoriamente, la duración se basa en el mantenimiento por más o menos tiempo de una determinada configuración articulatoria. Por el fenómeno de la coarticulación, dicha configuración (y, consiguientemente, la duración) se ve alterada en función del contexto.
Como elemento suprasegmental, tanto las sílabas tónicas como las pertenecientes al tonema suelen ser más largas.

Notas
1
Aunque puede argüirse que el fenómeno de la coarticulación dificulta, a veces extraordinariamente, la labor de segmentación fonemática.
2
Se puede argumentar, no obstante, que estas diferencia son graduales: entre dos zonas articulatorias siempre cabe distinguir puntos intermedios; hay sonidos con una sonoridad parcial, etc. Tal vez el ejemplo mejor para observar lo que de "gradual" tienen las oposiciones fonológicas es el vocalismo.
3
Tan variables son las proporciones en que los tres índices colaboran en la construcción del acento en español, que, de hecho, no hay unanimidad entre los diversos autores a la hora de jerarquizar su importancia, aunque la más jerarquización más habitual es tono-duración-intensidad.
4
Unos distinguen entre tonos ascendentes, descendentes y suspensivos; otros distinguen también ascendentes-descendentes, descendentes-ascendentes, etc.; otros establecen una compleja tipificación de las posibles variaciones del fundamental; otros predeterminan una serie de niveles tonales; etc. Por otra parte, unos se fijan únicamente en la parte final de la curva; otros examinan con la misma atención toda la curva; otros hacen hincapié en la relación entre la curva melódica y los acentos léxicos. La variedad de enfoques, en fin, es abrumadora. Y no hay un acuerdo acerca de las unidades básicas de la entonación.
5
Lo mismo sucede con los instrumentos musicales. Pensemos en cualquier instrumento de cuerda: el tono de una nota depende del tipo de cuerda (material y grosor), de su longitud (que el instrumentista hace variar constantemente) y de su tensión (que se modifica cuando el instrumentista "afina" las cuerdas con los trastes).
6
La gama frecuencial en la que el hablante puede hablar cómodamente, sin forzar su voz para conseguir tonos más graves o más agudos, se denomina tesitura, término que la fonética ha adoptado de la música.
7
Según LEHISTE-PETERSON (1961), el tono medio de una [i] es de 183 Hz., en tanto que el de una [u] es de 170 Hz.
8
Por ejemplo, puede darse el caso de que, en ocasiones, un ligero descenso del tono fundamental se perciba como suspensión o incluso como ascenso, si va acompañado de una elevación de la intensidad.
9
En las lenguas románicas, la significatividad de la curva entonativa o melódica reside principalmente en su tramo final, a partir del último acento léxico. Esta porción melódica, denominada tonema, puede ser descendente, suspensiva o ascendente.





Lo Lingüístico y Lo Paralingüístico en la Adquisición del Habla y el Lenguaje






Elementos de la fonética acústica del español




El habla se manifiesta en una secuencia de sonidos que emite el hablante. La serie de sonidos representada por las letras en la escritura nos evocan un significado. Por ejemplo: tenedor: utensilio que usamos para comer. Sonidos y signos están combinados y ordenados conforme a las normas de cada lengua.
Cada letra no corresponde a un sonido, es decir, un sonido puede estar representado por varias letras. En español, una misma letra, la letra g , se utiliza para dos sonidos distintos:gasto y gesto. Otros ejemplos son: casto,cesto, queso, kilo. La ortografía ofrece las reglas para representar con letras cada sonido.
Cuando hablamos emitimos sonidos, pero no todos los individuos de una colectividad hablamos igual. 






Análisis Acústicos de los Sonidos del Habla

Fonética Acústica

La Fonética Acústica es el estudio de la fonética desde el punto de vista de las ondas sonoras. Aborda la medición científica de las ondas de sonido que se crean en el aire cuando hablamos. Así como a los fonemas les atribuimos unos rasgos articulatorios, a los sonidos les podremos atribuir unos rasgos acústicos: vocálico/no vocálico y consonántico/no consonántico, compacto/difuso sonoro/sordo, nasal/oral, interrupto/continuo, estridente/mate, grave/agudo. Estas mediciones se reflejan en espectrogramas, en los que quedan reflejados los distintos formantes en que se descomponen los sonidos. 


Introducción a la Fonética

Enseñanza de la Pronunciación del Español


Estándar oral y enseñanza de la pronunciación del español como primera lengua y como Lengua extranjera.






Introducción a la Fonética





La Fonética y la Fonología son dos disciplinas de la Lingüística encargadas de estudiar todos los sonidos del lenguaje (su forma y estructura). El ámbito de estudio de una y otra no es exactamente igual, dado que cada disciplina se centra en aspectos completamente diferentes.
La fonética es una especialidad que abarca un ámbito mayor que la fonología. En la primera hay una base acústica, mientras que en la segunda se tiende a considerar la imagen mental de lo que percibimos.
Los fonemas son objeto por parte de la fonología, mientras que los fonos son objeto de estudio de la fonética. 
La prueba de que un fonema es algo más bien mental la tenemos en


que podemos distinguir pronunciaciones distintas pero seguimos pensando en solo fonema.





Ensayo Sobre Iniciación a la Fonética

La Fonética es una rama de la Lingüística  que se interesa únicamente por el lenguaje articulado acto del cual supone la presencia de, por lo menos dos personas: una que habla y otra que escucha. La primera produce sonidos, la segunda los oye y los interpreta, podemos decir entonces  que la fonética se ocupa de un doble aspecto:
  Aspecto acústico: estudia la estructura física de los sonidos utilizados y la forma en la que el oído humano registra y percibe estos sonidos.
  Aspecto articulatorio: O fisiológico que se ocupa de nuestro aparato fonador y del modo en el que producimos los sonidos del lenguaje.
En todo acto de habla, una idea se organiza según las reglas de una determinada lengua, así el mensaje articulado por el emisor, viaja  el espacio a través del aire y es recibido por el receptor que lo descodifica según las reglas de esa misma lengua. Este trayecto del mensaje se conoce como: circuito del habla, en el interior del cual podemos distinguir cinco fases: codificación, emisión, transmisión, recepción y descodificación.
La codificación y la descodificación  son estudiadas por la lingüística y la psicología, mientras que, la emisión, trasmisión y recepción son el objeto de la fonética. Según que se considere la emisión, la transmisión o la recepción de los elementos sonoros de una lengua, la fonética será articulatoria, acústica o auditiva.
La comunicación es definida como la transmisión de un punto a otro de una determinada información. Existen toda una serie de elementos que intervienen en este proceso; estos integran el sistema de comunicación, constituido por los siguientes componentes:
1. Un emisor: es la fuente de información, en nuestro caso, el hombre;
2.  Destino: En nuestro caso y al tratarse de comunicación humana, el destinatario tiene que ser también necesariamente el hombre.
3. Canal de transmisión: une la  fuente de información y el destino siendo el medio material usado para la viabilidad de la información.
4. Transmisor: se encarga de la codificación, que consiste en la conversión del mensaje estructurado en un código.
5. Receptor: en la comunicación oral, es el oído, que transforma las ondas sonoras en actividad nerviosa, en su punto de destino; el canal en la comunicación oral es el aire, portador de las ondas acústicas.
En todo sistema de comunicación, aparecen elementos que deforman o producen una pérdida de información,  pudiendo  afectar al proceso de codificación  o descodificación del mensaje o también pueden ser debidos a desconocimiento manejo defectuoso del código o algún defecto en el propio canal.
Fonética acústica y Fonética auditiva
La fonética acústica deberá ocuparse de estudiar los componentes que conforman la onda sonora compleja de los sonidos articulados, y de buscar cuál o cuáles de ellos, son imprescindibles para su reconocimiento.  Por su parte, la fonética auditiva se interesara por el análisis perceptivo, de mensajes lingüísticos a través del receptor en el marco de la comunicación, puesto que el oyente no solo percibe impresiones auditivas, sino que también las reconoce. En suma, la fonética auditiva analizara la percepción del sonido con toda la problemática que esto lleva consigo.

 Fonética acústica y Fonética articulatoria
Las dos fonéticas están, en definitiva, involucradas en un fenómeno más amplio que es el proceso de comunicación. En él lo  que importa es la identificación de los fonemas por parte del oyente.
Ahora bien, aunque parece claro que en la comunicación el aspecto acústico parece ser el más relevante, no es menos claro que los hábitos articulatorios desempeñan un importante papel en la identificación lingüística de la onda acústica percibida.
Para la fonética articulatoria tradicional, cada posición de los órganos articulatorios daba origen aun sonido determinado, y la más leve modificación de ese estado originaba uno nuevo. De ahí el concepto de punto de articulación. Pero la aparición de la acústica, y la aparición, en el propio campo de la fonética articulatoria, de los filmes radiológicos, han puesto de relieve la inexactitud de esos criterios  Por este hecho, una de las funciones de la fonética articulatoria actual será la determinación de la forma y volumen de los resonadores que se forman en la .cavidad bucal, en la realización de las diferentes articulaciones.
Fonética acústica
 Entre la producción del sonido por el aparato fonador y su percepción por .los órganos auditivos hay un espacio que es el de su transmisión a partir de un medio portador, en nuestro caso, el aire. EI sonido consiste en un conjunto de vibraciones. Estas vibraciones producen ondas sonoras que se propagan en un medio elástico, como el aire, por ejemplo. Estas ondas se desplazan por compresión y rarefacción de las moléculas de aire.
Métodos electroacústicos aplicados a la investigación fonética
El desarrollo de la electroacústica permitió  la creación de toda una serie de aparatos de inmediata aplicación a la investigación fonética: el oscilógrafo, el mingógrafo, el espectrógrafo o sonógrafo, los sintetizadores del lenguaje, etc.
Haciendo hincapié en el espectrógrafo o sonógrafo, este  tiene como misión la descomposición automática de la onda sonora compleja en cada uno de sus componentes integrantes, y suministra, de este modo, todos los datos que nos interesa conocer.
Los sonogramas, obtenidos mediante la utilización del sonógrafo, nos suministran los parámetros necesarios para el análisis acústico de los sonidos: cantidad de estímulos, frecuencias, grado de negror, estructura formántica, frecuencia fundamental, intensidad, amplitud.





Libro de Introducción a la Fonética y Fonología del Español


Libro de Fonética 

Iniciación a la Fonética



Vídeo: Fonética y Fonología